En la Catedral Basílica Menor “Inmaculada Concepción” se realizó este 9 de septiembre la Solemne Eucaristía en acción de gracias y despedida de quien desde hace más de 6 años se desempeñó como Obispo Auxiliar de Mérida.
La ceremonia comenzó con la procesión desde el Palacio Arzobispal hasta la Catedral, fue presidida por Mons. Luis Enrique, le acompañaron Mons. Helizandro Terán Arzobispo Metropolitano, clero merideño y seminaristas.
En la homilía, Mons. Luis Enrique Rojas Ruiz, expresó que “Hoy nos encontramos aquí para despedirme de esta querida arquidiócesis que entre montañas, ríos, y el majestuoso Pico Bolívar también me vio nacer; soy merideño de nacimiento, de alma, vida y corazón y esa condición me permite decirles gracias por haberme dado la oportunidad de ser para ustedes durante 24 años hermano, amigo, sacerdote y pastor”.
Agradeció al Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo por la oportunidad que le brindó de realizar un trabajo pastoral fuerte, sobre todo en tiempos de pandemia, poniendo siempre en práctica su lema episcopal “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Expresó Mons. Kike que las despedidas no son agradables, “Me voy pero me quedo en el pensamiento y en el sentimiento de cada uno de ustedes, en las parroquias, en las comunidades lejanas, en las celebraciones de la Santa Misa, en las fiestas patronales, en las cocinas de los campos”.
“Me voy, pero me quedo en la calle con los estudiantes cuando me decían no los dejara solos en su lucha exigiendo y pidiendo por sus derechos”.
“Me voy, pero me quedo: en las misas por la Libertad, en la vaguada de la zona del Mocotíes y el sufrimiento de la gente, en las visitas a los privados de libertad, en las ollas solidarias en momentos de extrema necesidad y situación crítica en el país.
También expresó Mons. Luis Enrique que se iba, pero se quedaba con sus colegas y hermanos en Cristo los comunicadores sociales que le acompañaron en todo momento para hacer de su trabajo comunicacional un apostolado más en todos los ambientes que fuera necesario”.
Finalizó la homilía enviando un mensaje a toda la feligresía “Queridos hermanos los encomiendo a Dios y a la Santísima Virgen María Inmaculada Concepción, para que los acompañe en cada paso que den, para que vayan siempre unidos a pesar de las diferencias que puedan existir, buscando ser siempre parte importante de la gran familia de Dios. Sigan trabajando como siempre lo han hecho y lo han sabido hacer de la mano ahora de su querido padre y pastor Mons. Helizandro Terán, acompáñenlo, apóyenlo, no lo dejen solo y sobre todo recen por él”.
Las ofrendas estuvieron a cargo de las distintas Zonas Pastorales de la Arquidiócesis de Mérida como gesto simbólico por el agradecimiento a quien fue nuestro Obispo Auxiliar, un obispo padre y pastor muy cercano a su gente, humilde y sencillo.
Antes de finalizar la Eucaristía, Mons. Helizandro Emiro Terán, Arzobispo Metropolitano de Mérida en nombre de la Iglesia Merideña, agradeció a Mons. Luis Enrique Rojas Ruiz, por su extraordinaria labor en esta Arquidiócesis.
Después de la bendición final, Mons. Luis Enrique Rojas Ruiz, junto al Arzobispo, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, movimientos de apostolados y el pueblo de Dios presente, agradeció a la Santísima Virgen María en la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá “La Chinita” que entró en procesión, bajo el canto de La Grey Zuliana hasta el pie del altar.
Freddy Criollo Villalobos
Oficina de Prensa
Arquidiócesis de Mérida
Gloria a Dios, en todo momento donde quiera que esté Nuestro querido Padre Monseñor Luis Enrique Rojas Ruíz, que Nuestro Eterno Padre Celestial, NUESTRO AMADO NAZARENO RESUCITADO lo siga bendiciendo y guiando, para que siga cumpliendo su misión Pastoral, guiando este rebaño que tanto lo necesitamos…